venres, 28 de xuño de 2013

Hamlet, de William Shakespeare







Cuando a uno le hablan de Shakespeare no puede evitar pensar en complicación, en obras enrevesadas y complejas, que requieren toda nuestra atención y algún que otro conocimiento previo para poder entenderlas. No más lejos de la realidad. Hamlet, uno de los dramas shakesperianos más famosos, ha brillado este año en las clases de Literatura Universal por su frescor y su vivacidad. La obra teatral nos ha mantenido en vilo durante largas horas de clase, y su estudio minucioso –a pesar de que el fin fuera examinarse de él- ha sido una auténtica delicia, un pequeño placer literario. Por eso, como alumnas postgraduadas que hemos sobrevivido a la selectividad, os recomendamos que os envolváis en la tragedia del joven príncipe danés, olvidando miedos y complejos de inferioridad ante el gran dramaturgo isabelino; pues, si de algo pueden presumir sus obras, es de estar dotadas de una increíble maestría que guía la trama de principio a fin. Esto es lo que hace a Hamlet, como a sus coetáneas, un perfecto compañero de verano. Y si no, siempre podéis saber qué os perdisteis si no la habéis leído…
                 File:Hamlet quarto 3rd.jpg  





















           

Xoana Walker Withlaw y Paula Sánchez Álvarez (exalumnas y supervivientes de 2º de Bachillerato A)


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