xoves, 23 de xullo de 2020

Juan Marsé.



Para ler este verán. 

Últimas tardes con Teresa
La consolidación de Juan Marsé llegó con su tercera obra, que publicó en 1966. Una radiografía certera y precisa de la Barcelona de posguerra y varios personajes para la historia de nuestra literatura. Empezando por esa Teresa, progre representante de la burguesía catalana, y ese 'pijoaparte' del que ella se prenda por considerarlo obrero, pero que no es más que un buscavidas sin conciencia política.
Rabos de lagartija
Con Rabos de Lagartija, Juan Marsé conquistaría otra vez a la crítica, y ganaría por fin el Premio Nacional de Literatura que hasta entonces se le resistía. Siete libros después de Tardes con Teresa el escritor demostraba que no había perdido ni un ápice de su talento y que seguía con vida ese universo propio que le habían convertido en uno de los mejores escritores de nuestro país. Una galería de personajes inolvidables, como el adolescente David y su perro Chispa o el inspector Galván, pueblan esta novela contada desde un punto de vista original: un niño desde el vientre de su madre que habla y cuenta cómo es la Barcelona de la posguerra, una de las constantes en su inigualable obra.
Si te dicen que caí
Otra vez la posguerra española. Siete años después de Últimas tardes con Teresa, radiografía una sociedad tan dura en esta obra sobre un momento histórico y un lugar concreto. Lo hace gracias al retrato poliédrico formado por la visión de dos pandillas de jóvenes enfrentadas. De nuevo un mosaico de personajes únicos como Sor Paulina o el alférez Conrado, un fascista paralítico por la metralla recibida en la guerra. Un gran ejemplo de literatura política hecha durante el franquismo, y de nuevo Juan Marsé como cronista único e importantísimo para la memoria de nuestro país

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